En las faldas del volcán La Malinche, se encuentra la histórica Hacienda Santa Bárbara, ubicada en Tlaxcala, México. Esta hacienda, propiedad de Javier Zamora, ha sido testigo de diversas etapas constructivas a lo largo de los siglos.

La historia de Hacienda Santa Bárbara se remonta al siglo XVII, cuando fue establecida por primera vez. En el siglo XIX, durante la época colonial, un ingeniero colonial expandió la hacienda, dándole forma.

Restauración y transformación de la Hacienda Santa Bárbara

A lo largo de los años, la hacienda pasó por manos de diferentes propietarios. El abuelo de Javier adquirió la hacienda, pero la perdió, y luego su padre la compró nuevamente, encontrándola en ruinas. Desde entonces, han estado restaurándola poco a poco, aunque aún conserva muchas señales de su rica historia. Conócela y reserva aquí.

El corazón de la hacienda es su patio central, donde se encuentran la casa principal, las oficinas y los accesos a los patios interiores. En el zaguán, que alberga el despacho de la finca, los trabajadores solían recibir su jornal en forma de productos que consumían o bienes como ropa y herramientas.

Arquitectura y arte que rodean la Hacienda Santa Bárbara

La capilla de la hacienda, construida en el siglo XVIII en estilo barroco, es una joya del arte mexicano. Con una decoración exquisita en argamasa, presenta columnas "salomónicas" que se cree imitan a las del templo de Salomón.

En el tope de la capilla, se pueden ver figuras como Quetzalcóatl y un ángel con un penacho, mostrando un sincretismo cristiano-mexicano.

La hacienda también cuenta con un aljibe construido a finales del siglo XIX, utilizado para recolectar agua de lluvia de los techos de la hacienda, un proyecto completamente sustentable para ese tiempo. Vive la experiencia de una cena en la capilla del siglo XIX.

Santa Bárbara y su historia con la hacienda

Venir a Hacienda Santa Bárbara es una experiencia que te transporta al pasado y te conecta con la naturaleza. Con más de 5 mil hectáreas, la hacienda fue una de las llamadas "haciendas mixtas", que combinaban distintas actividades productivas como la agricultura y la cría de ganado menor.

La historia de la hacienda está ligada a la figura de Santa Bárbara, quien fue una virgen y mártir que vivió en el siglo III en Asia Menor. Según la leyenda, su padre, Dioscóro, la encerró en un torreón sin ventanas para protegerla de la influencia del cristianismo. Durante su encierro, Santa Bárbara convenció a los custodios de su torre de construir tres ventanas.

Cuando su padre la descubrió, la arrastró en su caballo hasta un monte donde la degolló con una piedra. En ese momento, un rayo cayó sobre él, matándolo, y Bárbara se convirtió en la santa del trueno y la tormenta.

Los símbolos asociados con Santa Bárbara son la espada, el cáliz y la corona con la torre. Se dice que era una princesa árabe hermosa y encantadora, y que las tres ventanas de su corona simbolizan la Santísima Trinidad.

Desde entonces, Santa Bárbara se ha convertido en la santa de los artilleros, soldados, mineros y vinateros, así como de todos aquellos que trabajan con explosivos. Su conexión con el rayo, representado por la palabra "chicomine" en náhuatl, ha marcado la historia y la leyenda de la Hacienda Santa Bárbara en Tlaxcala.

El papel de las haciendas en la historia y desarrollo de México

Durante los siglos de la colonia y la independencia, las haciendas jugaron un papel crucial en la historia de México. Estos grandes cascos se convirtieron en puntos estratégicos durante las batallas, ofreciendo lugares ideales para el atrincheramiento de grupos en pugna. Especialmente durante los siglos XIX y XX, marcados por intervenciones extranjeras y luchas internas entre conservadores y liberales, las haciendas fueron testigos de importantes confrontaciones.

A pesar de los periodos de inestabilidad, las haciendas representaron un sistema de producción agropecuaria que funcionó durante más de 350 años. No solo fueron fundamentales para la estructuración del campo mexicano, sino que también impulsaron el desarrollo nacional. Sin embargo, este sistema también generó desigualdades entre ricos y pobres, lo que finalmente contribuyó a su caída.

La historia de las haciendas en México comenzó desde el inicio del virreinato, donde la inmensidad territorial caracterizaba a la Nueva España. En tan solo 100 o 150 años después de la conquista, las tierras ya tenían dueño, marcando el comienzo de un nuevo capítulo en la historia agraria del país.

Durante la época de la Revolución Mexicana, el levantamiento campesino se hizo inevitable. Pequeños grupos de indígenas y peones sembraron la tierra con fusiles, extendiendo el movimiento en todo el país. Líderes como Villa en el norte y Zapata en el sur representaban las diversas luchas por la tierra y la justicia social.

El apogeo de las haciendas llegó a su fin después de la Revolución y el reparto agrario. Hoy en día, solo quedan los enormes cascos de haciendas como Santa Bárbara, rodeados de un número limitado de vestigios que recuerdan una época importante de la historia mexicana.

En resumen, Hacienda Santa Bárbara es mucho más que un lugar histórico. Es un testimonio vivo de la historia de México, desde la época de la conquista hasta la revolución. Explora las maravillas de esta hacienda. Contáctanos y reserva tu visita.